Por Francisco Frutos Gras.
George Soros, en La Moncloa
Y no es una anécdota intrascendente, como para decir que pasaba cerca de La Moncloa y decidió visitar al nuevo presidente para saludarle y desearle un feliz gobierno. George Soros tiene programado hasta el horario del aperitivo por si tiene que cenar con Javier Solana y Narcís Serra, como dicen las malas lenguas que hizo por aquellos días.
Javier Solana, ex Secretario General de la OTAN, y Narcís Serra, vinculado al trapicheo del dinero, no son interlocutores casuales de Soros, personaje vinculado a la especulación financiera, al control de medios de comunicación, a la creación de ONGs instrumentales a sus intereses, al armamentismo y las guerras, a la financiación de “primaveras políticas”.
Para que se sepa bien de qué hablamos, es necesario recordar que Soros es un multimillonario norteamericano de origen húngaro, cuya fortuna personal es de 24.000 millones de euros, ultraliberal y experto en especulación financiera, que invierte en mercados en crisis, que él acentúa con sus acciones para que se hundan y poder comprar luego los valores y las acciones a precio de saldo.
En España tiene acciones en Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Endesa, La Sexta y otros medios… Y era, o es todavía, el mayor accionista de la empresa que vendió 2.935 pisos públicos del IVIMA en Madrid.
Era amigo de Barak Obama y Hillary Clinton en los momentos más belicistas de éstos en Libia y Siria, asesorando en Siria a los terroristas llamados “moderados”, al mismo tiempo que, con el éxodo de gentes que huyen de la guerra y del hambre, tiene ONGs destinadas a salvar refugiados y trasladarlos a Europa; impulsó en su momento la intervención en Kosovo, reconoció sin ambages su contribución al golpe reaccionario en Ucrania, está implicado en la independencia de Sudán del Sur y, consecuentemente, en la guerra que sufre este país. Defiende que Europa está en crisis económica y existencial y fomenta su disgregación con el pretexto de salvarla.
En Catalunya, una de sus ONGs, Open Society, colabora con el secesionismo.
George Soros es uno de los máximos representantes de un sector de la oligarquía neoliberal internacional, con concepciones políticas propias vinculadas a una visión del mundo y a unos intereses. Con este currículum, supongo que habrá ido a La Moncloa a enterarse de qué va Sánchez y a asesorarle por si acaso.
(Viernes, 29 de junio de 2018).
Bravo, Ainhoa Arteta
Concierto de Ainhoa Arteta en La Zarzuela. Después de dos horas cantando como los ángeles, y como final, se envuelve en un mantón de Manila y nos canta la canción española del niño judío: “De España vengo de España soy…”
Y, cuando acaba, nos dice: “Soy vasca de 30 apellidos vascos, pero, por encima de todo, soy española y ahora voy a dedicar las 2 próximas canciones a todos los catalanes que se sienten como yo lo he estado durante mucho tiempo: secuestrados ideológicamente”.
Y canta una en vasco y otra en catalán de Pau Casals; catalán y español. El teatro se venía abajo. La gente lloraba.
Que se entere todo el mundo que, como ella dijo, en todos los acontecimientos importantes de esta gran nación y este antiguo país, siempre ha habido vascos y catalanes como protagonistas y, encima, han estado orgullosos de ello. Y el que no lo entienda, ¡que aprenda Historia!
Bravo, Ainhoa Arteta.
(Miércoles, 4 de julio de 2018)
Salvini y la Liga Norte, los amigos de los secesionistas
Matteo Salvini, Vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro del Interior de Italia y máximo dirigente de la organización de extrema derecha italiana, La Liga Norte.
Estos son los amigos políticos fraternales de los independentistas y secesionistas catalanes, y vascos en segundo plano. Los que impidieron el desembarco de las 630 personas del Aquarius.
Con estos amigos se necesitan enemigos, al menos españoles. Digo yo.
La destrucción de Libia y de tantos países es vuestro crimen, farsantes
¿Cuándo será que los tribunales internacionales al servicio de los asesinos que destruyeron Libia, dejarán de inventarse criminales a perseguir y juzgarán a los verdaderos asesinos de los pueblos de Yugoslavia, Afganistán Iraq, Libia Siria, Yemen, Sudán…..? ¿Cuándo empezarán a poner en los muros del mundo un edicto que diga “SE BUSCA”, en referencia a los dos de la foto, y a Bill Clinton, Bush, Blair, Major, May, Sarkozi, Hollande, Solana y un largo etcétera? ¿Cuándo, en España, el PSOE denunciará, además de al Aznar de Iraq, a los y las gobernantes, con su Presidente a la cabeza, que participaron al más alto nivel en la destrucción de Libia?
No espero respuesta. El mundo del saqueo, de la violencia y de las guerras no dará nunca respuesta. Sus Tribunales tampoco. Son sus egoísmos e intereses, estúpido, podéis decirme. Lo sé, pero, mientras tanto, la gente decente que queremos paz, desarrollo social de los pueblos, solidaridad y fraternidad entre ellos, no tenemos otra alternativa que continuar denunciando a los causantes de la destrucción y tragedia de Libia.
Y, al mismo tiempo, denunciar la hipocresía y la falacia de los que hinchan el pecho de falso orgullo humanitario por el Aquarius que desembarcó a 630 personas en Valencia y por el barco de Open Arms que desembarcará más de 60 en Barcelona. Ni una sola palabra de todos ellos y ellas contra las guerras y el saqueo de Libia y los otros países, ni de las verdaderas causas de la desgracia de millones de parias que buscan un lugar al sol en paz y con pan. Ni una sola acción real y eficaz contra las mafias.
Libia no se destruyó sola, farsantes. Farsantes los que participasteis en la destrucción y ahora derramáis lágrimas de cocodrilo. Farsantes también los que nunca salís a la calle contra las guerras y contra el saqueo de las riquezas de los países empobrecidos. Haced un gesto de verdadera solidaridad humana y de clase para que sean los que huyen de las guerras y de la miseria, los que encabecen la lucha en sus pueblos contra sus propios tiranos y expulsen a los guerreros mercenarios y terroristas que les envían los que los matan y saquean.
(Lunes, 2 de julio de 2018).
Francisco Frutos Gras fue Secretario general del PCE
Crónica Popular, 6 de julio de 2018