Desde IZQUIERDA EN POSITIVO, y ante la reciente cadena de decisiones y contradecisiones judiciales que tan bochornoso espectáculo han ofrecido a la ciudadanía española, nos unimos a las muchas voces que han decidido protestar por el reciente fallo de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo relativo a que sean los ciudadanos, y no los bancos, quienes paguen el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales en los préstamos hipotecarios. Y compartimos, como mal menor, la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de legislar por Decreto para evitar que dicha situación siga produciéndose en el futuro.

Estamos en desacuerdo con esa concreta decisión del Tribunal Supremo porque entendemos que quien debe pagar es quien tiene interés en el hecho, y que a quien interesa registrar la hipoteca es al prestamista, no al hipotecado. Pero, en un sentido más general, queremos denunciar también que la Banca siga siendo en España una institución privilegiada, que  continúa obteniendo cada año unos beneficios desmesurados a base de prácticas inmorales y cláusulas abusivas, y que aún no nos ha devuelto ni nos piensa devolverlas cuantiosas ayudas públicas que se le inyectaron para su rescate cuando, por sus mismas malas prácticas, estuvo a punto de hundirse con la crisis financiera de 2008.

Queremos, sin embargo, desmarcarnos de quienes en los últimos tiempos han pretendido poner sistemáticamente en duda la independencia del Poder Judicial frente al resto de los poderes del Estado –especialmente en todo aquello referido a las causas abiertas contra determinados dirigentes independentistas por los hechos del 20 de septiembre y el 1 de octubre del año pasadio–, y han querido caracterizar a la Justicia Española como “propia de una República Bananera” o de un país poco democrático. En tal sentido, constatamos que la Justicia española comete efectivamente errores –como todas las del mundo–, y que no es por desgracia inmune a determinado tipo de presiones; pero, tal como este caso del impuesto de las hipotecas demuestra, creemos que es mucho más vulnerable a las presiones ejercidas por los grandes poderes fácticos, como la Banca, que a las que hipotéticamente pudiera recibir del Gobierno de la Nación.

Grupo Promotor de IZQUIERDA EN POSITIVO

Barcelona, 9 de Noviembre de 2018

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